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domingo, 17 de noviembre de 2013

Therapy for Glioblastoma. Algunas cuestiones sobre el Glioblastoma Multiforme

 ¿Qué  elecciones terapéuticas existen para los pacientes con Glioblastoma Multiforme ?

Las elecciones terapéuticas son claras: la mayor cirugía posible, con o sin Carmustina (quimioterapia intralesional), radioterapia de ultima generación mas la quimioterapia oral con temozolamida. Todo esto asociado a una muy buena atención tanto a nuestro paciente (que suelen ser personas en edad media de su vida), alto nivel de comunicación y empatía, con explicaciones al paciente y su familia de los resultados tras la cirugía, de los posibles tratamientos y por supuesto del pronóstico. No somos nadie para ocultarles la realidad que vamos a vivir juntos durante el devenir de su pronóstico y siempre "TODO EN SU JUSTA MEDIDA".
Una pregunta que me hacen repetidamente es si debe continuar más allá de seis ciclos de temozolomida tras el tratamiento concomitante con radioterapia y quimioterapia. Nosotros finalizamos  después de seis ciclos de Temozolamida de mantenimiento y no realizamos tratamientos  más largos. Los datos de ensayos clínicos aleatorizados han demostrado que los esquemas de temozolomida más intensivos y el tratamiento mas prolongado con temozolomida no mejoran el resultado. Preferimos detener y reiniciar de nuevo más tarde si se produce una recidiva o pasar a una 2ª lineas tras la recidiva.

¿Que hay sobre el nuevo tratamiento valganciclovir? Qué nos aporta? 

Hay una reciente carta al editor de The New England Journal of Medicine sobre valganciclovir y su utilidad en la prolongación de la supervivencia global en pacientes con glioblastoma. Aunque los mismos autores realizaron un pequeño ensayo aleatorio que compara tratamiento estándar ± valganciclovir  no demostraron ninguna evidencia de resultados prolongados en el tiempo, se trataba de  una cohorte retrospectiva no controlada de los pacientes que recibieron terapia antiviral durante   mas de 6 meses y probablemente vivieron más tiempo. No es ninguna sorpresa que los pacientes que lo hacen bien y son capaces de recibir un tratamiento por más tiempo también vivan más tiempo. Esta profecía autocumplida se puede demostrar con cualquier tratamiento. Esperemos informes futuros que avalen o no la hipótesis de una posible génesis vírica del glioblastoma.

¿El ácido valproico aumenta la supervivencia en pacientes con diagnóstico de glioblastoma?

Parece ( observaciones no publicadas ) que no podemos confirmar este hallazgo en otros estudios de validación. El ácido valproico no debe ser utilizado con el objetivo de prolongar la supervivencia de los pacientes con diagnóstico de glioblastoma. Sí puede seguir siendo útil para el tratamiento de la epilepsia asociado a tumor.

¿Que podemos decir de la Reintervención en pacientes con diagnostico de Glioblastoma Multiforme?

En ocasiones, surgen las preguntas relativas a si la cirugía de la recidiva tiene valor en pacientes con glioblastoma recurrente. Esto nunca se ha investigado prospectivamente. Sigue siendo una opción para los pacientes con un efecto de masa, en pacientes en los que la resección completa se puede lograr y se prevé además la terapia antitumoral. 
Sería necesario un estudio prospectivo randomizado para establecer el valor de la cirugía de rescate en lugar de ir directamente a la quimioterapia de rescate.

¿Cuáles son los planteamientos actuales sobre el uso de esteroides ?

Cuando los pacientes acuden a mi consulta he observado que un gran porcentaje de ellos están con dosis altas de corticoesteroides sin que tengan razones claras para ello. 
Los pacientes que evolucionan con glioma maligno se colocan comúnmente con altas dosis de dexametasona, a pesar de que a menudo es innecesaria porque no nos aporta mas beneficio que dosis menores. Dosis más bajas como 4 mg o 6 mg de dexametasona pueden ser suficiente, y las habituales dosis de 4 x 4 mg de dexametasona no tiene une evidencia formal de su eficacia. Las dosis más altas de dexametasona nunca han demostrado ser mejor que dosis más bajas. 
La forma de administración cada 6 u 8 horas también carece de realidad científica.  La dexametasona tiene una larga vida media de más de 36 horas hace que no haya necesidad de dividir la dosis en cuatro dosis diarias, sino que podría ser administrada en una sola dosis diaria por la mañana y de esta manera evitaremos la estimulación que provoca la dexametasona en la dosis nocturna que condiciona insomnios en nuestros pacientes.

 ¿Cuándo el uso de bevacizumab ?

El bevacizumab es un compuesto interesante, que, por desgracia no se ha desarrollado adecuadamente para pacientes con tumores cerebrales. 
Ensayos aleatorios han demostrado que bevacizumab no prolongará la supervivencia global, sin embargo en pacientes seleccionados con tumores grandes, con efecto de masa y edema peritumoral, es probable que mejore la calidad de vida. Bevacizumab tiene menos efectos secundarios y toxicidad que la dexametasona, y una dosis única puede ser suficiente para controlar el edema peritumoral durante tanto tiempo como 5 a 6 semanas. Por lo tanto, en pacientes seleccionados, puede parecer como un medicamento milagroso y permitir una cierta independencia y autonomía en la calidad de vida de nuestros pacientes, menos dependencia de los esteroides
, y un mejor funcionamiento neurológico, aunque no necesariamente tiene un efecto antitumoral sustancial o prolongar la supervivencia. No sé, habrá que esperar un poco más de tiempo para saber cuales son los verdaderos resultados de Bevacizumab. En nuestro hospital lo usamos asociado a CPT-11 en segunda linea de tratamiento cuando los pacientes progresan con Temozolamida.
En los estudios clínicos, el Bevacizumab se ha administrado cada 2 semanas , sin embargo , la vida media biológica de los anticuerpos monoclonales es más larga. La experiencia práctica de los pacientes que vienen cuando son sintomáticos nos dice que podríamos esperar hasta 6 ó 7 semanas, hasta que los síntomas reaparecen después de una sola dosis de bevacizumab. En la práctica, podría darse cada 3 en vez de cada 2 semanas con las dosis más baja, con excelente tolerancia, menos toxicidad, menor costo y menor número de visitas de pacientes con menos repercusión en la crisis económica que sufre nuestra sanidad. 

Espero os resuelva algunas dudas que a mi siempre me están rondando en la cabeza cuando estudio el Glioblastoma Multiforme.


martes, 16 de octubre de 2012

Nuevas perspectivas en el tratamiento paliativo del glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico recidivado con implantes de carmustina


D. M. Muñoz CarmonaI; C. Faga CantamessaII
Hospital Juan Ramón Jiménez; Huelva 
IServicio de Oncología Radioterápica 
IIServicio de Neurocirugía
RESUMEN 
Analizamos el tratamiento de las recidivas de glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico con cirugía más la implantación de polímeros de carmustina (BCNU) en el lecho de la recidiva, con el objetivo de mejorar la calidad de vida, los síntomas neurológicos y generales, y aumentar el control tumoral. Reflejamos la experiencia y datos clínicos de 4 pacientes intervenidos.
El empleo de carmustina implantes puede realizarse de forma factible sin objetivarse efectos adversos que interfieran la calidad de vida, además de observar un enlentecimiento en la progresión del deterioro neurológico de los pacientes.
La selección de pacientes jóvenes, con un buen performance estatus, en los que se prevea la mejor resección de la recidiva posible, garantizará el éxito en el tratamiento paliativo con implantes de carmostina.
Palabras clave: Carmostina implantes. Glioblastoma multiforme recurrente. Astrocitoma anaplásico recurrente. Recidivas.


miércoles, 15 de julio de 2009

Nuevas perspectivas en el tratamiento paliativo del glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico recidivado con implantes de carmustina

Oncología (Barcelona)
versión impresa ISSN 0378-4835
Oncología (Barc.) v.28 n.5 Madrid mayo 2005

Nuevas perspectivas en el tratamiento paliativo del glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico recidivado con implantes de carmustina
D. M. Muñoz CarmonaI; C. Faga CantamessaII; M. Márquez García-SalazarI; J. Gómez MillánI; E. BayoI
Hospital Juan Ramón Jiménez; Huelva IServicio de Oncología Radioterápica IIServicio de Neurocirugía


RESUMEN
Analizamos el tratamiento de las recidivas de glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico con cirugía más la implantación de polímeros de carmustina (BCNU) en el lecho de la recidiva, con el objetivo de mejorar la calidad de vida, los síntomas neurológicos y generales, y aumentar el control tumoral. Reflejamos la experiencia y datos clínicos de 4 pacientes intervenidos. El empleo de carmustina implantes puede realizarse de forma factible sin objetivarse efectos adversos que interfieran la calidad de vida, además de observar un enlentecimiento en la progresión del deterioro neurológico de los pacientes. La selección de pacientes jóvenes, con un buen performance estatus, en los que se prevea la mejor resección de la recidiva posible, garantizará el éxito en el tratamiento paliativo con implantes de carmostina.
Palabras clave: Carmostina implantes. Glioblastoma multiforme recurrente. Astrocitoma anaplásico recurrente. Recidivas.
SUMMARY
In recurrent glioblastoma multiforme and anaplastic astrocytoma, surgery and carmustine (NCNU) polymers implants over the surgical area of the removed recidivation is a promising way to improve the quality of life, the neurologic and general symptoms, and the tumor control. We report our data and experience in four patients. The resection was optimized because the patients were young and showed a performance status between 0 and 2.
Key words: Carmustine implants. Recurrent glioblastoma multiforme. Recurrent anaplastic astrocytoma. Recidivation.
Introducción
El glioblastoma multiforme (GBM) y el astrocitoma anaplásico (AA) son los tumores cerebrales primarios más frecuentes del adulto, de muy mal pronóstico, y con un rápido crecimiento, es decir, los más malignos y difíciles de tratar por los especialistas dedicados a la neurooncología. Constituyen aproximadamente el 45-50% de los tumores de origen intracraneal1.
Los tumores primarios del SNC tienen una incidencia de 11-12 por 100.000 habitantes/año (30.000 casos/año en EE.UU.) y de éstos los gliomas representan el 50% (en torno a 15.000 casos/año), teniendo las lesiones de alto grado una incidencia del 80% (aproximadamente 12.000 casos/ año en EE.UU.)2. Producen el 2,3% muertes por cáncer3, alrededor de 10.000 muertes debidas a gliomas malignos primarios en Estados Unidos.
El tratamiento primario estándar consiste en cirugía lo más extensa posible, seguida de radioterapia, asociando quimioterapia basada en temozolamida, según los últimos resultados del estudio de Stupp4. Incluso con tratamiento combinado agresivo la mediana de supervivencia es sólo de 12-15 meses, con una supervivencia media a los cinco años inferior al 5%5.
Generalmente, la evolución tras el tratamiento primario de los gliomas de bajo grado es a la recidiva en gliomas de alto grado (evolución a glioma secundario), y los gliomas de alto grado tienden a recidivar tras obtener respuesta al tratamiento inicial. Los tumores del SNC de alto grado, debido a su carácter infiltrante después de cirugías radicales y altas dosis de radioquimioterapia, desarrollan la recidiva tumoral en el 60-90% de los casos, bien en el punto de origen o a 2-3 cm alrededor del lugar inicial6, siendo los factores pronósticos más importantes la edad menor de 55 años, el estado general del paciente, medido por la escala de Karnosfky (80-100) o Zubrod ECOG menor o igual a dos, tamaño tumoral menor o igual a 4 cm, localización frontal y resección total macroscópica.
Actualmente las opciones de tratamiento disponibles cuando los pacientes recidivan son, cirugía sola o conjuntamente con quimioterapia7, 8, radioterapia si no se ha empleado anteriormente, sola o con quimioterapia, braquiterapia intersticial9, quimioterapia10, radiocirugía estereotáxica11. Sin embargo el pronóstico todavía es desfavorable y en algunos casos solamente se puede iniciar tratamiento sintomático paliativo en las Unidades de Cuidados Paliativos. Los tratamientos combinados de radioquimioterapia concomitante en recidivas, como los esquemas de dosis utilizados por Schonekaes y Mucke dosis (20-30 Gy/1,2 Gy/2 fracciones al día) y quimioterapia con dosis de temozolamida de 400 mg/durante 5 días/cada 28 días alcanzan una mediana de duración de respuesta de 7 meses12.
Tanto el tratamiento al diagnóstico del tumor primario del SNC, como el tratamiento de la recidiva, tienen una intención paliativa, mediante la cual pretendemos mejorar la calidad de vida, aliviar los síntomas e intentar aumentar la supervivencia. Esta paliación deberá atender la patología sindrómica que presente el paciente, además del apoyo emocional, social y psicológico que éstos precisan, e incluso preservar y defender su dignidad durante la enfermedad. De aquí la necesidad de un enfoque multidisciplinar neuro-oncológico, cuyo objetivo será conservar la vida de los pacientes con recidivas de gliomas de alto grado, mejorando las condiciones de la misma.
Los resultados obtenidos son insatisfactorios, ya que la supervivencia de estos pacientes recidivados es desalentadoramente baja13. A veces se olvida la búsqueda de soluciones específicas para los pacientes con un infausto pronóstico por su enfermedad oncológica, origen y filosofía de los cuidados paliativos.
El propósito de nuestro trabajo es analizar el tratamiento de las recidivas de los pacientes con GBM o AA con cirugía de rescate más implantación de polímeros impregnados en carmustina (BCNU)14, 15, a partir de la creación del comité neuro-oncológico en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.
El objetivo perseguido ha sido mejorar la calidad de vida, partiendo de la hipótesis del aumento de la supervivencia, debido al posible aumento del control tumoral, a la mejora de los síntomas relacionados con la recidiva del tumor, y a la no aparición de síntomas neurológicos y/o generales derivados tanto de la toxicidad de la cirugía como de la carmustina. Además se considera si durante el proceso agresivo de la enfermedad recidivada, con este tipo de intervención, se llega a prolongar la supervivencia, manteniendo un performance status adecuado en nuestros pacientes.
Para ello se refleja la experiencia y los datos clínicos derivados de la intervención de GBM y AA recidivados en cuatro pacientes en los que se ha realizado la reintervención de la recidiva con la colocación de implantes de carmustina.
Material y métodos
Desde enero hasta diciembre de 2004 se realizaron un total de 4 reintervenciones de pacientes con glioma maligno recidivado de alto grado, con la colocación durante al acto operatorio de implantes de carmustina.
Conclusiones
1. En nuestra experiencia el empleo de carmustina implantes parece poder realizarse de forma factible, en pacientes con recidiva de gliomas de alto grado, que cumplan unos requisitos de inclusión adecuados. Se considera necesario realizar una selección exquisita de los pacientes candidatos, además de protocolizar todas las actuaciones para sacar conclusiones al respecto.
2. No se han observado efectos adversos locales ni sistémicos que interfieran la calidad de vida de nuestros pacientes, es decir, el perfil de seguridad de los implantes de carmustina parece aceptable.
3. El grado de calidad de vida que se aporta a los pacientes no se ha visto mermado, y ha mejorado en los casos intervenidos, respondiendo los propios pacientes que han obtenido una mejora subjetiva, además de observar un enlentecimiento en la progresión del deterioro neurológico de los mismos.
4. Es muy importante realizar una valoración equilibrada que incluya la toxicidad posible del tratamiento-supervivencia obtenida frente a la preferencia de los pacientes y calidad de vida derivada de la reintervención teniendo en cuenta que el tratamiento de estos pacientes es paliativo.
5. A pesar del reducido tamaño de la muestra de nuestro estudio, la experiencia procedente de otros autores, junto con nuestros resultados, sugieren que el empleo de carmustina implantes es una alternativa terapéutica de elección en recidiva de gliomas de alto grado a la vista de los resultados en términos de supervivencia y mejora de la calidad de vida, sobre todo en pacientes jóvenes, con buen estado general y en los que se prevea la mayor resección posible.