miércoles, 7 de octubre de 2009

MEJORAS SANITARIAS EN ONCOLOGIA RADIOTERAPICA DE HUELVA

DR. Muñoz Carmona
Facultativo Especialista de Area Oncología Radioterápica
Mejoras sanitarias
Los pacientes oncológicos de Huelva disponen ya en el Hospital Juan Ramón Jiménez de la tecnología necesaria para recibir todos sus tratamientos sin necesidad de desplazarse a otra provincia. El nuevo acelerador lineal de electrones que se ha instalado en el centro onubense es una tecnología de última generación que permite realizar una mejor planificación de la radioterapia, al lograr una mayor precisión a nivel del tumor y una mejor preservación de los tejidos sanos. La consejera de Salud, María Jesús Montero, ha visitado las instalaciones en las que se ha ubicado dicha tecnología, que comenzó a funcionar a principios de marzo y de la que ya se han beneficiado 20 pacientes. La inversión realizada por la Consejería de Salud en el equipamiento y en las obras de construcción necesarias para su instalación supera los 1,6 millones de euros. El equipo cuenta con la más moderna tecnología existente en tratamientos radiológicos, lo que permite conseguir un mayor control tumoral y un menor daño en los tejidos sanos que lo rodean. Además se reducen los tiempos de exposición a la irradiación. Ampliación de la cartera de servicios La puesta en marcha del acelerador lineal de electrones supone una ampliación de la plantilla en un oncólogo radioterapeuta, un técnico de radioterapia y un auxiliar de enfermería. Asimismo, se han incorporado un radiofísico y dos técnicos de radiofísica a fin de realizar las dosimetrías físicas y clínicas necesarias para el diseño de tratamientos personalizados de radioterapia y garantizar la seguridad y el control de calidad de los equipos. El acelerador lineal viene a ampliar la cartera de servicios del centro en Oncología Radioterápica, que ya disponía de una Unidad de Cobalto en la que se realizan tratamientos de la mayor parte de los procesos oncológicos desde hace una década. Un total de 571 pacientes recibieron su tratamiento en esta sala el año pasado, lo que se traduce en 10.068 sesiones. El servicio trabaja en turno de mañana y tarde a fin de favorecer un mayor rendimiento del equipamiento y una mejor accesibilidad de los usuarios a sus prestaciones. Se prevé que un total de 750 pacientes reciban su tratamiento oncológico en el Hospital Juan Ramón Jiménez este año. La incorporación de tecnología de última generación para el tratamiento de tumores en los hospitales públicos andaluces es una de las medidas incluidas en el Plan Oncológico de la Consejería de Salud y que tiene como prioridades específicas la mejora de la asistencia y la calidad de vida de los enfermos con cáncer en la comunidad. Así, este plan plantea una estrategia global de intervención en aspectos tales como la prevención, el diagnóstico precoz, la atención sanitaria, los cuidados paliativos, la formación profesional y la investigación clínica. Unidad de Gestión Clínica de Atención Integral al Cáncer Con la finalidad de mejorar la calidad asistencial del paciente oncológico y favorecer una atención personalizada, el año pasado se constituyó en el Hospital Juan Ramón Jiménez la Unidad de Gestión Clínica de Atención Integral al Cáncer. Este nuevo modelo de gestión engloba en un mismo equipo de trabajo, y bajo protocolos comunes de actuación, a las distintas especialidades relacionadas con este campo, como la Oncología Médica, la Oncología Radioterápica y el Hospital de Día, facilitando la accesibilidad del paciente a la atención oncológica y mejorando la coordinación de los tratamientos a recibir en los distintos servicios

MUERTE DIGNA EN ESPAÑA


Pablo Simón Lorda
Escuela Andaluza de Salud Pública
Granada

En 1994, en una ponencia del “Seminario Internacional
sobre tratamiento jurídico de la eutanasia”,
el sociólogo noruego Per Stangeland, que realizaba
una estancia de investigación en el Instituto Andaluz
Interuniversitario de Criminología en Málaga, decía
algo tan significativo como lo siguiente1:
“Como sociólogo noruego entre penalistas españoles
me sorprende cómo ellos pueden debatir, con
entusiasmo y en gran detalle, aspectos del Código
Penal que nunca se aplican, y posibles reformas legales
sin estudiar cómo se van a llevar a la práctica.
No sé si esta despreocupación se basa en la separación
entre Derecho Penal y Derecho Procesal en departamentos
distintos o en tradiciones históricas españolas,
donde la Ley siempre ha sido un concepto
abstracto, lejos de la sociedad y sus problemas”.
Y no sólo la Ley, podría añadírsele a este autor,
también la Teología Moral y la Deontología Médica.
Porque el análisis detallado de los problemas éticos y
jurídicos en torno a la muerte de las personas en un
contexto de enfermedad y atención sanitaria ha sido
una constante en España a lo largo de los últimos 75
años. Lo curioso es el poco impacto real que parecen
haber tenido todos estos análisis en la práctica médica
diaria, en la conciencia de los ciudadanos y en el
quehacer de los legisladores. Seguramente un elemento
clave para explicar esto ha sido la consideración
de estas cuestiones como algo perteneciente a la
investigación meramente teórica producida en compartimentos
estancos del conocimiento: los penalistas
han hablado sólo entre ellos y para ellos, los teólogos
igual y así sucesivamente. Sin duda la impermeabilidad
del colectivo médico a aceptar que alguien desde
fuera delimite sus deberes morales y jurídicos también
ha sido un factor decisivo.
En cualquier caso, el sorprendente resultado es
que en el año 2008, seguimos problematizando situaciones
y soluciones que, desde el punto de vista teórico,
han sido debatidas y en parte resueltas hace años
en estas diferentes instancias del conocimiento. El
objetivo de este trabajo es señalar dónde nos encontramos
ahora, repasar sucintamente y sin ánimo alguno
de exhaustividad algunas cosas del pasado que
pueden ayudarnos a iluminar mejor la situación actual,
y vislumbrar hacia dónde pueden evolucionar
los acontecimientos futuros.



http://www.carloshaya.net/biblioteca/dsex08/Vol16exp75.pdf