jueves, 17 de enero de 2008

RESULTADOS DEL TRATAMIENTO PALIATIVO DE LAS RECIDIVAS DE TUMORES DEL SNC DE ALTO GRADO CON WAFERS DE CARMUSTINA (BCNU).



Dr.D-M. Muñoz Carmona1, Dr.C. Faga Cantamessa2.
1Servicio de Oncología Radioterápica. 2Servicio de Neurocirugía.
Hospital Juan Ramón Jiménez. Huelva
INTRODUCCIÓN:
El Glioblastoma Multiforme (GBM) y el Astrocitoma Anaplásico (AA) son los tumores cerebrales primarios más frecuentes del adulto, de muy mal prónostico. Incluso con tratamiento combinado agresivo la mediana de supervivencia es sólo de 12-15 meses.
En nuestro hospital realizamos desde el año 2003 el tratamiento de las recidivas GBM o AA con cirugía de rescate más implantación de polímeros impregnados en Carmustina (Wafers de BCNU)[i],[ii].
Nuestro objetivo fundamental en el tratamiento de la recidiva deber ser siempre con intención paliativa, mediante la cual pretendamos mejorar la calidad de vida, aliviar los síntomas e intentar aumentar la supervivencia, es decir, mejorar la calidad de vida de los pacientes recidivados suponiendo que van a vivir más tiempo como consecuencia del aumento del control tumoral, y el enlentecimiento del deterioro sintomático neurológico relacionado con la recidiva del tumor. Igualmente hemos valorado la aparición de toxicidades y tolerancia asociadas al uso de los implantes de Carmustina recogiendo el grado de toxicidad vs deterioro neurológico asociado o no a la misma y de esta manera objetivar el grado de calidad de vida asociada a la reintervención de estos pacientes.
MATERIAL Y MÉTODO:
Entre Enero de 2004 hasta Marzo de 2006 se realizaron un total de 5 reintervenciones de pacientes con glioma maligno recidivado de alto grado, con la colocación durante al acto operatorio de implantes (polímeros biodegradables) de carmustina. Para evitar el encarnizamiento terapéutico, dado el carácter paliativo de la intervención, hemos considerado unos estrictos criterios de inclusión y exclusión de los candidatos al tratamiento.
RESULTADOS:
La media de edad fue de 47 años, con un rango de 36 a 60 años. Tres hombres y dos mujeres. La situación de su estado general medido por la escala de Zubrod-ECOG tras el diagnóstico de la recidiva fue de ECOG=0 en tres casos, ECOG=1 en un caso y ECOG=2 en un solo caso.
Se consiguió escisión total macroscópica en 4 casos y parcial en 1 solo caso. Tras la reintervención, tres pacientes permanecieron clínicamente asintomáticos y dos presentaban afasia cortical-motriz y hemiparesia derecha (que ya presentaban al inicio del diagnóstico), sin deterioro cognitivo.
Los signos vitales, exploración de los pares craneales, nivel de conciencia y personalidad fueron normales en el 100% de los casos. La exploración de la función motora, las funciones sensitivas y cerebelares tras la reintervención no vieron mermadas en relación a su estado previo a la intervención.
Con respecto a los posibles efectos adversos tras la reintervención, podemos decir que en 3 de los 5 casos no apareció ninguno, y en un solo caso aparecieron náuseas y vómitos de difícil control, y en otro caso apareció fístula de líquido cefalorraquídeo. En 1 sólo caso se produjo edema cerebral, que se controló con medicación.
No aparecieron alteraciones en la intensidad de las crisis comiciales, signos de hipertensión intracraneal ni signos de infecciones. En 1 solo caso, se produjo una fístula de líquido cefalorraquídeo con alteraciones de la cicatrización de la herida quirúrgica, que precisó tratamiento antibiótico local, curas locales e intervención de cirugía plástica.
Con un seguimiento de 31 meses, desde la primera reintervención, se han producido un total de 3 éxitus, continuando en seguimiento ambulatorio 2 pacientes. En la actualidad, dos pacientes siguen vivos, con un ECOG= 0-1, vida ambulatoria, sin complicaciones derivadas de la reintervención, lo que denota una buena calidad de vida, desde el diagnóstico de la recidiva.
CONCLUSIONES:
1. En nuestra experiencia el empleo de carmustina implantes parece poder realizarse de forma factible, en pacientes que cumplan unos exquisitos requisitos de inclusión, considerando siempre los riegos-beneficios inherentes al acto quirúrgico.
2. No hemos observado ni efectos adversos ni tóxicos sistémicos que interfieran la calidad de vida de nuestros pacientes, es decir, el perfil de seguridad de la carmustina parece aceptable.
3. El grado de calidad de vida que aportamos a los pacientes tras la reintervención más la implantación de carmustina no se ha visto mermado, y ha mejorado en los casos que hemos realizado la intervención.


lunes, 14 de enero de 2008

Síndrome de "Burnout"

El síndrome de “burnout”, también llamado síndrome de “estar quemado” o de desgaste profesional, se considera como la fase avanzada del estrés profesional, y se produce cuando se desequilibran las expectativas en el ámbito profesional y la realidad del trabajo diario.

Este síndrome es un mal invisible que afecta y repercute directamente en la calidad de vida y fue descrito por Maslach y Jackson en 1986, como un síndrome de agotamiento profesional, despersonalización y baja realización personal, que puede ocurrir entre los individuos que trabajan con personas.

La forma de manifestarse se presenta bajo unos síntomas específicos y estos son los más habituales:

Psicosomáticos: fatiga crónica, trastornos del sueño, úlceras y desordenes gástricos, tensión muscular.
De conducta: absentismo laboral, adicciones (tabaco, alcohol, drogas)
Emocionales: irritabilidad, incapacidad de concentración, distanciamiento afectivo.
Laborales: menor capacidad en el trabajo, acciones hostiles, conflictos.

Existe un grupo de personas que sintomáticamente puede padecer esta enfermedad, estos son los profesionales con contacto con personas, como el personal sanitario, de la enseñanza, asistentes sociales, etc y que según Maslach son los profesionales de ayuda.

Las evidencias que afectan al individuo en el inicio de la aparición de esta enfermedad, se reconocen en varias etapas y son:

1.- Exceso de trabajo
2.- Sobreesfuerzo que lleva a estados de ansiedad y fatiga
3.- Desmoralización y pérdida de ilusión
4.- Pérdida de vocación, decepción de los valores hacia los superiores

Para su medición el método más utilizado es el Inventario Burnout de Maslach, que está formado por 21 ítems, en los que se valoran, el cansancio emocional, la despersonalización y la realización personal.

Diversos estudios nos indican que cuanto mayor grado de control tienen las organizaciones, más aumenta la desmotivación que les puede llevar a casos de burnout. Por lo que para intentar que no aparezca este síndrome, las empresas deberían de adoptar las siguientes estructuras:

- Horizontal
- Descentralizada
- Con mayor grado de independencia
- Promociones interna justas
- Flexibilidad horaria
- Apoyo a la formación

Esta enfermedad con una clara presencia en el ámbito laboral, no esta reconocida por la legislación laboral española como patología, pero sí existe jurisprudencia al respecto, en concreto una sentencia de 12/2000 del Tribunal Supremo.

Lógicamente, lograr unas organizaciones sin burnout, puede parecernos una utopía, pero tenemos que trabajar para que esta enfermedad aparezca lo menos posible en nuestras empresas y así no se convierta en una de las enfermedades profesionales del siglo XXI.

Algunas personas nunca aprenden nada, porque todo lo comprenden demasiado pronto




Duelo, duelo patológico y atención primaria




El duelo es un conjunto de procesos psicológicos que siguen a la pérdida de una persona con la que se mantenía un vínculo afectivo. Se trata de un sentimiento completamente natural y consustancial con la naturaleza humana, que expresa su pesar ante la pérdida. Es un proceso único e irrepetible por lo que cada duelo tiene características que lo hacen totalmente individual, personal.
Hay pocos datos epidemiológicos sobre los trastornos del duelo, pero se estima que aproximadamente un 5% de la población sufre, anualmente, la pérdida de un ser querido con el consiguiente periodo de adaptación a la nueva situación. El duelo es un proceso normal de adaptación y, por tanto, no es una entidad patológica —de hecho, ninguna de las clasificaciones contempla el diagnostico del duelo.
Pero cuando fracasa el proceso mental de adaptación sobreviene el duelo patológico. Es imprevisible en cuanto a duración, consecuencias y secuelas. Puede ir desde la intensificación de la respuesta adaptativa hasta la aparición de cuadros psiquiátricos complejos. De hecho, hay especialistas que consideran que casi todos los trastornos mentales pueden encontrarse como manifestación del duelo patológico en personas que no han presentado ninguna enfermedad de la mente previa.
Alrededor de un 16% de las personas que experimentan la pérdida de un ser querido presentan un cuadro depresivo durante el año siguiente al fallecimiento del familiar o amigo. Una cifra que se incrementa hasta casi el 85% en la población mayor de 60 años. De hecho, en esas edades la tasa de probabilidad de fallecimiento de la persona de la pareja que queda se incrementa en un 50%.
Los especialistas consideran que hasta 5 de cada 100 personas que pierden a un ser querido presentan síntomas graves de duelo patológico.
A pesar de que el duelo es un tema relativamente novedoso en las consultas, los datos apuntan a que cada médico del primer nivel asistencial, cuyo soporte es eje fundamental para un correcto diagnóstico y seguimiento de estas situaciones, atiende anualmente 70-100 procesos de duelo. Así se ha puesto de manifiesto en el II Programa de Formación Continuada sobre Trastornos del Ánimo en AP, que se está llevando a cabo en toda España por iniciativa de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), con el apoyo de Lundbeck.
Los expertos destacan entre las características del duelo:
– La situación desencadenante: habitualmente, la muerte de una persona del entorno produce, de manera súbita, un enorme nivel de estrés.
– El tiempo de latencia: aquel entre el momento de conocimiento de la muerte y el inicio de los síntomas del duelo. La duración es variable y arbitraria.
– La variabilidad de los síntomas: las manifestaciones del duelo incluyen síntomas afectivos/emocionales (irritabilidad, ansiedad, depresión), así como alteraciones en el comportamiento (conducta antisocial o somatizaciones).
– Y, como elemento esencial, la duración: al hablar de un proceso de adaptación, las clasificaciones psiquiátricas exigen un tiempo máximo de 6 meses. Si transcurrido este periodo los síntomas persisten, debe considerarse que la persona no se ha adaptado a la situación y pueden presentarse patologías, como depresión o ansiedad. Por tanto, la adaptación del duelo se considera normal entre 6 y 12 meses, a pesar de que algunos síntomas pueden perdurar mucho más tiempo.
El abordaje del duelo requiere un tratamiento multifactorial que implica seguimiento y apoyo psicológico. Como ya se ha apuntado, el médico de atención primaria desempeña un papel clave en la asistencia de los procesos de duelo normales, y en el diagnóstico y seguimiento de los patológicos.

algo diferente de nuestra maravillosa empresa



la felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos...

domingo, 13 de enero de 2008

NACE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ONCOLOGÍA RADIOTERÁPICA.

miércoles, 29 de agosto de 2007
La idea de este cambio fue aprobada en la asamblea extraordinaria. La SEOR trata de dar mayor relevancia al trabajo de radioterapeuta, para que se la reconozca como oncólogo. Entre sus objetivos destaca mantener un mayor diálogo con la sociedad para dar a conocer de forma clara qué es la radioterapia y lo que ofrece a los pacientes. La SEOR ha puesto en marcha un plan estratégico para los próximos dos años en el que propone, entre otros aspectos, potenciar los grupos de trabajo y crear otros nuevos.
(DIARIO MÉDICO 28/9/2006)

miércoles, 9 de enero de 2008

Cádiz, sin palabras...





la felicidad no consiste en realizar nuestros ideales, sino en idealizar lo que realizamos...

Palliative Care Consultation, Quality-of-Life Measurements, and Bereavement for End-of-Life Care in Patients With Lung Cancer*



Palliative Care Consultation, Quality-of-Life Measurements, and Bereavement for End-of-Life Care in Patients With Lung Cancer*Objective: To develop clinical practice guidelines for application of palliative care consultation,quality-of-life measurements, and appropriate bereavement activities for patients with lungcancer.Methods: To review the pertinent medical literature on palliative care consultation, quality-of-life measurements, and bereavement for patients with lung cancer, developing multidisciplinarydiscussions with authorities in these areas, and evolving written guidelines for end-of-life care ofthese patients.Results: Palliative care consultation has developed into a new specialty with credentialing ofexperts in this field based on extensive experience with patients in end-of-life circumstancesincluding those with lung cancer. Bereavement studies of the physical and emotional morbidityof family members and caregivers before, during, and after the death of a cancer patient havesupported truthful communication, consideration of psychological problems, effective palliativecare, understanding of the patient’s spiritual and cultural background, and sufficient forewarningof impending death.Conclusion: Multidisciplinary investigations and experiences, with emphasis on consultation anddelivery of palliative care, timely use of quality-of-life measurements for morbidities of treatmentmodalities and prognosis, and an understanding of the multifaceted complexities of the bereavementprocess, have clarified additional responsibilities of the attending physician.(CHEST 2007; 132:404S–422S)
Publicado por David Muñoz Carmona en 11:57 0 comentarios
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