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jueves, 21 de mayo de 2015

PIF (PLAN INDIVIDUALIZADO DE FORMACIÓN) DEL RESIDENTE DE ONCOLOGIA RADIOTERAPICA, para el 30 de junio...??????


 Nuria es una joven residente que “acaba de aterrizar” como quien dice en el Complejo Hospitalario Universitario Juan Ramón Jiménez que va a ser su principal punto de referencia a lo largo de los próximos 4 años. Y ha tenido la oportunidad de conocer a todo lo que va a ser su “equipo”, una experimentada planilla de profesionales que intentarán enseñarle todo lo que pueda ella aprender.
Recibirá un minúsculo curso de  urgencias donde, entre otras muchas cosas que debe de saber y asimilar al comienzo para no perderse demasiado en un entorno tan complejo como es la organización sanitaria y en una especialidad con competencias a adquirir tan variadas y diversas, pero lo que mas le aportará será MANEJARSE EN LAS GUARDIAS DE PUERTA (duras duras de verdad “Vietnam las llamábamos en mi época”).
Le han informado de que una de las tareas que debe hacer al comienzo de cada año de su residencia es el que denominan Plan Individualizado de Formación (PIF), para lo cual ya debe de haber recibido unas mínimas instrucciones, las imprescindibles para que le “vaya todo esto sonando”.
Probablemente Nuria esté pensando:“Me han pedido desde la unidad docente que haga un PIF, y la verdad, no tengo ni idea de cómo comenzar; las guardias, los rotatorios, el programa de la especialidad, las evaluaciones formativas, el portafolio, la investigación que debemos de hacer, la atención a la comunidad,….,uffff, todo me parece importante e interesante a priori, pero me siento saturado y un poco sobrepasado, ya que es difícil de asimilarla en tan poco tiempo¡¡¡.
 “Entiendo que te sientas así, yo también he sido residente y he pasado por lo que me cuentas;aunque en mi época no existía el PIF, no te preocupes, que esto concretamente es mucho más sencillo de lo que te imaginas. Eso del Plan Individualizado de Formación o PIF, no es nada más que un cuaderno de ruta para que sobre todo tu conmigo vayamos adaptando tu formación a tus necesidades reales. El modelo para hacerlo que se utiliza en nuestra unidad lo han simplificado mucho para que resulte más asequible y práctico; y además, ya sabes que si tienes alguna dificultad, puedes contar conmigo o con algún otro responsable docente y trataremos de solventarla entre todos”.
En esencia el PIF del Residente,  es el documento o el instrumento que recoge la planificación temporal de las actividades formativas teórico-prácticas que debes realizar en cada uno de los periodos formativos a lo largo de toda tu residencia. Como te han dicho ya en la unidad se elabora y presenta anualmente, en función de las necesidades formativas que tú y yo vayamos detectando. Es como una especie de plan de formación “a la carta”, … o al menos así lo concibo yo. Esto se plasma en un sencillo documento (que es el modelo de planilla que te han entregado) que tu has de rellenar (5), después de haberla consensuado conmigo”.
 “Bueno, lo de hacer el PIF no es algo que nos hayamos inventado nosotros, viene regulado en ciertas normas a nivel estatal (1). Lo primero que te sugeriría que hicieras es que te leyeras más detenidamente el Programa Oficial de la Especialidad(2), si no lo has hecho ya, y el Libro del Residente (3), sobre todo recomiendo que te mires el llamado “Mapa de Competencias”, pues como tu sabes se trata de un listado bastante exhaustivo de las competencias y habilidades que has de adquirir, por lo que te puede servir para caer en la cuenta o reparar mejor sobre que aspectos debes priorizar en los próximos meses porque lo percibes como una necesidad formativa. También conviene que le des un repaso al Plan General de Formación que en la unidad docente te han entregado, pues es en ese documento donde mas se concretan todas estas cuestiones y te orientará sobre qué, como, cuando y donde tienes que adquirir los conocimientos, destrezas y habilidades para llegar a ser médico DE ONCOLOGIA RADIOTERAPICA.
O sea que aunque tienes planificadas una serie de actividades, tienes la libertad de decidir en que cosas de las que detalla el Programa estás más necesitada de formación
Desde el punto de vista del residente, tener tu propio PIF te permitirá conocer desde el primer momento cuáles son las actividades formativas en las que participaras (no todas, ni mucho menos, sino aquellas que estimas resulta conveniente hacer especial hincapié, como tu muy bien has comentado, y poner una mayor atención a partir de ahora, por considerarlas prioritarias), lo que hará reducir bastante el nivel de incertidumbre, establecer y reforzar compromisos docentes (es lo que los teóricos llaman “Contrato pedagógico”, un acuerdo entre docentes y discentes que tiene mucho que ver con el aprendizaje que tú sientes realmente necesario, promoviendo a la vez tu propia autonomía) (4). Esto según dicen los teóricos hace al alumno ser más consciente de su propio proceso de aprendizaje, y da la posibilidad de organizar su tiempo y recursos de forma más eficiente.   El PIF nos permite organizar, secuenciar, graduar y adaptar mejor las actividades formativas a las características propiamente tuyas y dotar al proceso de enseñanza-aprendizaje de una mayor claridad y coherencia funcional.
Desde luego hasta que no te pongas a repensar tus necesidades, no te asaltarán las dudas, pero para eso me tienes a mi que trataré de orientarte en la medida de lo posible. No hay más remedio que reflexionar sobre las muchas cosas que tienes que aprender y lo mucho que ya sabes. Sin duda que el ir tomando contacto con los pacientes te ayudará a empezar a delimitar estas primeras necesidades más acuciantes y a anclar estas en lo que será tu trabajo y tu responsabilidad con pacientes,…de manera que tranquila ,…pero sin pausa,…empieza a actuar y verás como surgen las dudas y los miedos…para abordar estos de manera específica  debe de servirnos esta herramienta,…si no mal asunto…otro papelito más…”.
Bibliografía
1.-El Real Decreto 183/2008, de 8 de febrero por el que se determinan y clasifican las especialidades en Ciencias de la Salud y se desarrollan determinados aspectos del sistema de formación sanitaria especializada.. Disponible en:http://www.msps.es/profesionales/formacion/docs/realDecreto183_2008.pdf.
2.-Programa Docente Oficial de la Especialidad (POE) de Medicina Familiar y Comunitaria. Disponible en:http://www.msc.es/profesionales/formacion/docs/medifamiliar.pdf.
3.-Libro del Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. Disponible en:http://www.msps.es/profesionales/formacion/docs/libroResidenteMedFamiliar.pdf.
4.-Prados J, Saura J. Los planes de formación individualizados y los contratos pedagógicos. En: Ruiz Moral R. Educación Médica. Manual práctico para clínicos. Editorial Panamericana, 2010. págs. 45-50.
5.-Saura J, Martínez A, Gómez J, Rubio E, Monzó E, Romero E. Plan Individualizado de Formación del Residente de Medicina Familiar: experiencia de la Unidad Docente de Murcia, España (Primera Parte). Archivos en Medicina Familiar 2011; 13: 30-4.

Un Plan de Formación “a la Carta”: El PIF del Residente
Tomado de Luis A Pérula de Torres. Unidad docente de medicina familiar de Córdoba.  
Gracias Luis

lunes, 26 de enero de 2015

Hacen falta médicos que sean capaces de conectar con el paciente'

'Hacen falta médicos que sean capaces de conectar con el paciente'
ENTREVISTA Christina Puchalski 
Madrid
PUBLICADO POR EL MUNDO

Quiso hacer de la Medicina algo más profundo, más humano. 
Quiso que los pacientes no se sintieran como una cosa o una enfermedad. 
Tener en cuenta el aspecto esencial del ser humano. 

Christina Puchalski, fundadora y directora del Instituto George Washington para la Espiritualidad y la Salud, es toda una referencia en este campo y, a su paso por Madrid, donde ha colaborado con el programa de Atención Integral a Enfermos Terminales de la Obra Social de La Caixa, un proyecto pionero en Europa que nace con el objetivo de apoyar al paciente desde un punto de vista psicológico y emocional, habla con EL MUNDO de qué le llevó a formar una disciplina que se estudia ahora en varias universidades estadounidenses.

¿Hay tiempo en la Medicina para dedicárselo a la espiritualidad?
El desarrollo tecnológico ha puesto el centro de la Medicina en encontrar un tratamiento, pero no en un cuidado integral del paciente. Sin embargo, hace unos 150 años la Medicina era muy holística, y sigue así en las culturas orientales que tienen esa visión de cuerpo y mente. Fue en el siglo XX, cuando se produjo una división entre lo que se pensaba como cultural y espiritual frente a la ciencia. Y aunque ésta ha sido muy buena, ha habido muchos avances, el abandono del aspecto holístico de la persona hizo que en los 80 y 90 los pacientes estuvieran muy decepcionados con ese enfoque porque sólo se centraba en la enfermedad.
Pero, ¿de eso se trata la Medicina, no? ¿De curar enfermedades?
Sí, pero no así. 
Cuando estudié Medicina a principios de los 90, me sorprendía mucho que a los pacientes se les tratara como si fueran una enfermedad. 
Por ejemplo, se decía: 
'el cáncer de mama de la habitación 223'. 
Pero, el paciente no es una enfermedad. Se perdió la parte más humana. Muchos médicos y enfermeras que se sentían desconectados de su profesión, de su vocación. Ellos habían hecho esta profesión para ayudar a la gente, para tener una relación con sus pacientes y, de repente, lo que pasaba es que veían a muchísima gente a lo largo de un día pero sólo centrándose en la tecnología y la enfermedad. No sé si en España ocurre igual, pero en EEUU la tasa de suicidios entre médicos es muy elevada, más que la población general.  
Los médicos dijeron que querían que se adoptara un enfoque holístico. 
Hay estudios, realizados en EEUU, que muestran que los pacientes quieren que el médico se ocupe también de su parte espiritual y que ésta forme parte de los cuidados que se les da.  
¿La espiritualidad va unida a una creencia religiosa?
No, en absoluto. La espiritualidad es un aspecto esencial del ser humano. 
Es una vida interior, algo que no es mente y cuerpo sino espíritu
Es algo más amplio que la religión, un proceso dinámico mediante el cual la gente encuentra transcendencia, un sentido final a su vida. Tiene una conexión con lo sagrado, que puede incluir religión pero también cualquier otra cosa que cada uno entienda como significativo, que le ayude a la persona a encontrar su ser interior. 
Puede estar basada en los valores, las creencias, prácticas como el arte, la meditación, el deporte, la poesía... Hay muchas prácticas diferentes que les permiten a los demás conectar con su mundo interior.
¿Y eso cómo se traduce en la práctica clínica?
Yo soy médico y me ocupo de cuidados paliativos, geriatría y también soy internista. 
Si uno mira la medicina como ciencia pura, lo que tengo que hacer para centrarme en la parte científica de la medicina es hacer las preguntas adecuadas a mi paciente y que me conteste para hacer un diagnóstico. 
Pero si el paciente no confía en mí y no le conozco, no puedo realizar un diagnóstico correcto. 
Ni siquiera puedo llevar una práctica científica de la medicina sin tener esa dimensión compasiva o de conexión con el otro. Ambas cosas son necesarias. 
Hace falta tener médicos que sean excelentes clínicos y médicos que sean capaces de conectar con el paciente y de tener compasión por él.
Usted ha desarrollado una herramienta, ¿en qué consiste?
Es algo que cree en los 90 junto con otros tres médicos más. Son una serie de preguntas bastante sencillas que se sugieren para iniciar una conversación con el paciente
Tratan de desgranar aspectos de la persona desde el punto de vista familiar, laboral, y el aspecto más íntimo. 

  1. Cuáles son sus aficiones y qué le suponen, 
  2. qué les da sentido a su vida: la familia, los amigos, los valores... 
  3. Cuál es su grupo de apoyo... 
  4. Y cómo quieren que el médico integre todo eso en su tratamiento.
Todo esto es importante porque si tengo un paciente que me dice que medita a diario, o que pinta, o hace ejercicio, o va su parroquia y la próxima vez que le vea me dice que ya no lo hace, entonces tendré que averiguar qué pasa. A veces es porque hay algo en su vida que ha cambiado: un divorcio, el trabajo, una depresión... Es muy importante comprender qué está ocurriendo en la vida de un individuo y centrarte en esos cambios.
¿Por qué decidió especializarse en esta rama?
Hay una parte personal y otra profesional que me influyeron. Mis padres son polacos y cuando eran muy jóvenes estalló la Segunda Guerra Mundial. Sobrevivieron pero tuvieron muchas pérdidas de familiares y amigos. Se casaron en Inglaterra y luego se fueron a Estados Unidos. Muchos años después nací yo. Ellos ya tenían cierta edad y una visión del mundo y de la vida diferente. Me enseñaron muchas cosas sobre lo que es importante en la vida. 
Lo importante que son los valores, cómo hay que tratar a la gente. Me inculcaron que lo que tiene más valor es hacer algo que a uno le mantenga en pie frente a las pérdidas.
¿Y en la parte profesional?
Antes de estudiar medicina, hice investigación en los Institutos de Salud (NIH) de Maryland. Los pacientes que van allí son los que tienen enfermedades muy graves y acuden para recibir un tratamiento experimental. Yo ya tenía una gran vocación de médico y siempre iba a hablar con ellos. Tenían historias sorprendentes. Aunque habían pasado por momentos muy difíciles, no era gente desesperada. Entonces fue cuando pensé que necesitábamos tratar a la persona en su conjunto, no sólo la parte médica, sino centrarnos en fortalecer a la persona interiormente. Luego estudie medicina y en segundo año de carrera escribí una propuesta para que se introdujera una asignatura llamada espiritualidad médica. Empezó siendo una asignatura optativa pero, a los alumnos les gustó tanto y a los profesores también, que sencillamente se integró como asignatura obligatoria en la Universidad de Washington.
¿Dedicamos suficiente tiempo a pensar en la muerte?
No sé qué pasa en España, pero en Estados Unidos, no. Cuando era pequeña, como mis padres habían perdido a gran parte de su familia, en casa se hablaba mucho de la muerte. Me transmitieron una gran sabiduría en ese sentido. Pero no creo que sea el caso de la mayor parte de las familias. En EEUU se rechaza el envejecimiento. No sólo no se habla de la muerte sino que todo el mundo tiene miedo a envejecer. Porque nuestra cultura hace mucho hincapié en la productividad, en el aspecto físico, en pensar muy rápidamente, en ser muy eficiente. Y a medida que se envejece esto se va perdiendo, pero no quiere decir que se tenga menos valor. Si nos fijamos en las culturas orientales, ocurre lo opuesto: a medida que se cumplen años, más sabio se es. Ser mayor es una posición de honor. Quién iba a tener miedo de ocupar esa posición de honor. Lo normal es que la gente mayor enseña, habla de cómo uno puede prepararse para la muerte. En esas culturas no existe ese miedo.
Pero, ¿no es real el miedo cuando se acerca la muerte?
Mi experiencia con pacientes agonizantes es que las cosas más asombrosas ocurren antes de la muerte. Unas semanas antes se dan reconciliaciones, se descubre el amor más profundo... Tengo dos pacientes que con 50 años tienen cáncer terminal. Vinieron a dar una charla a los alumnos de medicina y les dijeron que era el momento más maravilloso de sus vidas. Los alumnos les preguntaron cómo era así. Y ellos les explicaron que cómo sabían que se estaban muriendo, se daban cuenta ahora de lo que importa la vida, de la experiencia tan intensa y positiva que es. En cambio, otras personas al sentir ese miedo lo que hacen es desconectarse de esa experiencia.
¿Los cuidados paliativos son un buen modelo de la medicina?
Sí. Todo el mundo debería recibir la atención sanitaria más compasiva desde el principio hasta el final de la vida. Debería centrarse en lo que es más importante para el paciente y su familia. En que el enfermo pudiera hacer lo que es importante para él: dejar un mensaje a sus hijos o nietos, dar un paseo si quieren y pueden. Que tengan la oportunidad de hacer lo que quieran y que se sientan apoyados, tanto él como su familia, por el equipo médico, para poder disfrutar de esos momentos preciosos.  

sábado, 3 de enero de 2015

Palliative radiotherapy regimens for patients with thoracic symptoms from non-small cell lung cancer. 2015

Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jan 1;1:CD002143. [Epub ahead of print]
Palliative radiotherapy regimens for patients with thoracic symptoms from non-small cell lung cancer.
Author information


Abstract
BACKGROUND:
Palliative radiotherapy to the chest is often used in patients with lung cancer, but radiotherapy regimens are more often based on tradition than research results. This is an update of a Cochrane review first published in 2001 and previously updated in 2006.
OBJECTIVES:
The two objectives of this review were:1. To assess the effects of different palliative radiotherapy regimens on improving thoracic symptoms in patients with locally advanced or metastatic non-small cell lung cancer who are not suitable for radical RT given with curative intent.2. To assess the effects of radiotherapy dose on overall survival in patients with locally advanced or metastatic non-small cell lung cancer who are not suitable for radical RT given with curative intent.
SEARCH METHODS:
The electronic databases MEDLINE (1966 - Jan 2014), EMBASE and the Cochrane Central Register of Controlled Trials, reference lists, handsearching of journals and conference proceedings, and discussion with experts were used to identify potentially eligible trials, published and unpublished.Two authors (FM and RS) independently identified all studies that may be suitable for inclusion in the review.We updated the search up to January 2014.
SELECTION CRITERIA:
Randomised controlled clinical trials comparing different regimens of palliative thoracic radiotherapy in patients with non-small cell lung cancer.
DATA COLLECTION AND ANALYSIS:
The reviewers assessed search results independently and possible studies were highlighted and the full text obtained. Data were extracted and attempts were made to contact the original authors for missing information.The primary outcome measure was improvement in major thoracic symptoms (degree and duration). Secondary outcome measures were short and long term toxicities, effect on quality of life and overall survival.Patient reported outcomes were reported descriptively. Quantitative data such as survival and toxicity were analysed as dichotomous variables and reported using relative risks (RR).For this update of the review a meta-analysis of the survival data was carried out.
MAIN RESULTS:
Fourteen randomised controlled trials (3576 patients) were included, with no new studies added in this update.There were important differences in the doses of radiotherapy investigated, the patient characteristics including disease stage and performance status and the outcome measures.The doses of RT investigated ranged from 10 Gy in 1 fraction (10Gy/1F) to 60 Gy/30F over six weeks, with a total of 19 different dose/ fractionation regimens.Potential biases were identified in some studies. Methods of randomisation, assessment of symptoms and statistical methods used were unclear in some papers. Withdrawal and drop-outs were accounted for in all but one study.All 13 studies that investigated symptoms reported that major thoracic symptoms improved following RT.There is no strong evidence that any regimen gives greater palliation. Higher dose regimens may give more acute toxicity and some regimens are associated with an increased risk of radiation myelitis. Variation in reporting of toxicities, in particular the absence of clear grading, means results of the meta-analysis should be treated with caution.Meta-analysis of overall survival broken down by performance status, a key variable, is included in this update. Further information was sought from all the original authors if stratified data was not included in the original publication. Three published studies contained sufficient data and seven authors were able to provide further information which represented 1992 patients (56% of all patients). The absence of data for nearly half of the patients has affected the quality of evidence.The meta-analysis showed no significant difference in 1-year overall survival between regimens with fewer radiotherapy fractions compared with regimens with more when patients were stratified by performance status. The results of the meta-analysis of 1-year overall survival for patients with good performance status (WHO performance status 0-1) showed moderately high heterogeneity and a summary result was not thought meaningful. The results of 1-year overall survival for patients with poor performance status was RR 0.96 (95% CI 0.91 to 1.02; moderate quality of evidence).
AUTHORS' CONCLUSIONS:

Radiotherapy for patients with incurable non-small cell lung cancer can improve thoracic symptoms. Care should be taken with the dose to the spinal cord to reduce the risk of radiation myelopathy. The higher dose, more fractionated palliative radiotherapy regimens do not provide better or more durable palliation and their use to prolong survival is not supported by strong evidence. More research is needed into reducing the acute toxicity of large fraction regimens and into the role of radical compared to high dose palliative radiotherapy. In the future, large trials comparing different RT regimens may be difficult to set up because of the increasing use of systemic chemotherapy. Trials looking at how best to integrate these two modalities, particularly in good PS patients, need to be carried out.

sábado, 12 de abril de 2014

Fractionated radiotherapy is the main stimulus for the induction of cell death and of Hsp70 release of p53 mutated glioblastoma cell lines


Yvonne Rubner , Carolin Muth ,  Annedore Strnad , Anja Derer ,Renate Sieber , Rolf Buslei ,  Benjamin Frey , Rainer Fietkau ,  Udo S Gaipl  
Si utilizas la foto, referenciala
David Muñoz Carmona
Hospital Juan Ramón Jiménez
Background
Glioblastoma multiforme (GBM) is the most common primary brain tumor in adults. Despite a multimodal therapy consisting of resection followed by fractionated radiotherapy (RT) combined with the chemotherapeutic agent (CT) temozolomide (TMZ), its recurrence is almost inevitable. Since the immune system is capable of eliminating small tumor masses, a therapy should also aim to stimulate anti-tumor immune responses by induction of immunogenic cell death forms. The histone deacetylase inhibitor valproic acid (VPA) might foster this.
Methods
Reflecting therapy standards, we applied in our in vitro model fractionated RT with a single dose of 2Gy and clinically relevant concentrations of CT. Not only the impact of RT and/or CT with TMZ and/or VPA on the clonogenic potential and cell cycle of the glioblastoma cell lines T98G, U251MG, and U87MG was analyzed, but also the resulting cell death forms and release of danger signals such as heat-shock protein70 (Hsp70) and high-mobility group protein B1 (HMGB1).
Results
The clonogenic assays revealed that T98G and U251MG, having mutated tumor suppressor protein p53, are more resistant to RT and CT than U87MG with wild type (WT) p53. In all glioblastoma cells lines, fractionated RT induced a G2 cell cycle arrest, but only in the case of U87MG, TMZ and/or VPA alone resulted in this cell cycle block. Further, fractionated RT significantly increased the number of apoptotic and necrotic tumor cells in all three cell lines. However, only in U87MG, the treatment with TMZ and/or VPA alone, or in combination with fractionated RT, induced significantly more cell death compared to untreated or irradiated controls. While necrotic glioblastoma cells were present after VPA, TMZ especially led to significantly increased amounts of U87MG cells in the radiosensitive G2 cell cycle phase. While CT did not impact on the release of Hsp70, fractionated RT resulted in significantly increased extracellular concentrations of Hsp70 in p53 mutated and WT glioblastoma cells.
Conclusions
Our results indicate that fractionated RT is the main stimulus for induction of glioblastoma cell death forms with immunogenic potential. The generated tumor cell microenvironment might be beneficial to include immune therapies for GBM in the future.

Effect of radiotherapy after mastectomy and axillary surgery on 10-year recurrence and 20-year breast cancer mortality: meta-analysis of individual patient data for 8135 women in 22 randomised trials

Early Breast Cancer Trialists' Collaborative Group

Tomado de The Lancet, Early Online Publication, 

Summary

Background
Postmastectomy radiotherapy was shown in previous meta-analyses to reduce the risks of both recurrence and breast cancer mortality in all women with node-positive disease considered together. However, the benefit in women with only one to three positive lymph nodes is uncertain. We aimed to assess the effect of radiotherapy in these women after mastectomy and axillary dissection.
Methods
We did a meta-analysis of individual data for 8135 women randomly assigned to treatment groups during 1964—86 in 22 trials of radiotherapy to the chest wall and regional lymph nodes after mastectomy and axillary surgery versus the same surgery but no radiotherapy. Follow-up lasted 10 years for recurrence and to Jan 1, 2009, for mortality. Analyses were stratified by trial, individual follow-up year, age at entry, and pathological nodal status.
Findings
3786 women had axillary dissection to at least level II and had zero, one to three, or four or more positive nodes. All were in trials in which radiotherapy included the chest wall, supraclavicular or axillary fossa (or both), and internal mammary chain. For 700 women with axillary dissection and no positive nodes, radiotherapy had no significant effect on locoregional recurrence (two-sided significance level [2p]>0·1), overall recurrence (rate ratio [RR], irradiated vs not, 1·06, 95% CI 0·76—1·48, 2p>0·1), or breast cancer mortality (RR 1·18, 95% CI 0·89—1·55, 2p>0·1). For 1314 women with axillary dissection and one to three positive nodes, radiotherapy reduced locoregional recurrence (2p<0 0="" 1133="" 1314="" 1772="" 2p="0·04).</div" 95="" again="" and="" axillary="" both="" breast="" cancer="" ci="" cyclophosphamide="" dissection="" fluorouracil="" for="" four="" given="" groups="" in="" locoregional="" methotrexate="" more="" mortality="" nodes="" of="" or="" overall="" p="" positive="" radiotherapy="" recurrence="" reduced="" systemic="" tamoxifen="" them="" therapy="" these="" trial="" trials="" was="" were="" which="" with="" women="">
Interpretation
After mastectomy and axillary dissection, radiotherapy reduced both recurrence and breast cancer mortality in the women with one to three positive lymph nodes in these trials even when systemic therapy was given. For today's women, who in many countries are at lower risk of recurrence, absolute gains might be smaller but proportional gains might be larger because of more effective radiotherapy.
Funding
Cancer Research UK, British Heart Foundation, UK Medical Research Council.

Conventional Chemo Bests Tyrosine Kinase Inhibitors in Wild-Type Lung Cancers

Frontline Medical News, 2014 Apr 08, MA Moon
News

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David Muñoz Carmona
Conventional chemotherapy prolonged progression-free survival and induced a higher tumor response rate, compared with tyrosine kinase inhibitors, in a meta-analysis involving 1,605 patients with advanced wild-type non–small cell lung cancer, according to a report published online April 8 in JAMA.
First-generation epidermal growth factor receptor (EGFR) tyrosine kinase inhibitors such as erlotinib and gefitinib are first-line treatments for non–small cell lung cancers that are known to harbor EGFR-activating mutations, but their benefit is less pronounced against wild-type NSCLCs (no mutation detected in the EGFR gene). Several small studies assessing the efficacy of these agents in wild-type NSCLCs have produced inconclusive results, mostly because of the small number of participating patients, said Dr. June-Koo Lee of the department of internal medicine, Seoul (Republic of Korea) National University Hospital, and associates.
The investigators therefore pooled data from a meta-analysis of 11 randomized, controlled, open-label trials, to obtain sufficient data to compare EGFR tyrosine kinase inhibitors (811 patients) against conventional chemotherapeutic agents such as cisplatin, carboplatin, docetaxel, and pemetrexed (794 patients) in wild-type NSCLCs.
Progression-free survival was significantly longer with conventional chemotherapy than with EGFR tyrosine kinase inhibitors (6.4 vs 1.9 months; hazard ratio, 1.41; 95% confidence interval, 1.10-1.81). Conventional chemotherapy also induced a significantly higher objective response rate than did tyrosine kinase inhibitors (16.8% vs 7.2%; relative risk of nonresponse from tyrosine kinase inhibitors, 1.11; 95% CI, 1.02-1.21).
Overall survival was not significantly different between the two study groups, but that “can be explained by the large crossover rates of the included trials,” Dr. Lee and associates reported (JAMA 2014;311:1430-7).
The findings “suggest that current guidelines recommending EGFR tyrosine kinase inhibitors as a standard treatment in this setting ... may need to be reevaluated,” they wrote.
However, it is important to note that a treatment’s toxicity profile is crucial when choosing among different options, and EGFR tyrosine kinase inhibitors are known to have a better toxicity profile than standard chemotherapeutic agents. They should therefore be considered for certain patients, such as those who have a poor performance status, the investigators said.

This study was supported in part by the National Research Foundation of Korea. Dr. Lee reported no financial conflicts of interest; two coauthors reported ties to Pfizer, Lilly, and other companies.

lunes, 3 de febrero de 2014

Situación actual de los cuidados paliativos. Una realidad diaria en oncología

Un informe describe la situación de los cuidados paliativos en el mundo
La OMS alerta de que sólo una de cada diez personas que necesitan cuidados paliativos los está recibiendo. Además de aliviar el dolor, el apoyo psicosocial y emocional es clave
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Un informe divulgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que tan sólo una de cada diez personas que necesitan cuidados paliativos, para aliviar el dolor, los síntomas de enfermedades graves y el estrés que estas causan; los reciben.

La OMS detalló que una tercera parte de las personas que necesitan ese tipo de cuidados padecen cáncer, otras tienen enfermedades progresivas que afectan a órganos vitales y también hay pacientes con problemas de salud mortales, incluidos el VIH y el SIDA y la tuberculosis resistente a los medicamentos. La OMS, que ha publicado el informe Atlas Mundial del Cuidado Paliativo al Final de la Vida, junto con la Alianza Mundial de Cuidado Paliativo (WPCA, en inglés), calcula que 20 millones de personas necesitan cada año ese tipo de atención en el último tramo de su vida, de las cuales el 6% son niños.

El estudio subraya que el 80% de la demanda de esos tratamientos proviene de los países de ingresos medios y bajos, mientras que sólo 20 países en el mundo han integrado ese tipo de cuidados en sus sistemas de salud.

Los cuidados paliativos abarcan además ayuda psicológica y emocional para aliviar el sufrimiento de la persona que padece una enfermedad en estado avanzado y también el de sus familiares.

Se estima que cada año más de 20 millones de pacientes necesitan cuidados paliativos al final de la vida, siendo un 6 por ciento de ellos son niños. Además, el número de personas que requieren este tipo de atención se eleva a unos 29 millones de euros -40 millones de dólares-, si se incluyen todas las personas que podrían beneficiarse de los cuidados paliativos en una etapa anterior de su enfermedad.

En concreto, en 2011 aproximadamente tres millones de pacientes recibieron cuidados paliativos, la gran mayoría al final de su vida, y aunque la mayoría de los cuidados paliativos se proporciona en los países de altos ingresos, casi el 80 por ciento de la necesidad mundial de los cuidados paliativos es en los países de bajos y medianos ingresos. Y es que, sólo 20 países en todo el mundo tienen los cuidados paliativos bien integrados en sus sistemas de atención de la salud.

"El atlas muestra que la gran mayoría de las necesidades globales de la atención al final de su vida se asocia con las enfermedades no transmisibles como el cáncer, enfermedades del corazón, derrames cerebrales y enfermedades pulmonares. Mientras fortalecemos los esfuerzos para reducir la carga de los mayores asesinos en el mundo, también hay que aliviar el sufrimiento de las personas con enfermedad progresiva que no responden a un tratamiento curativo", ha comentado el director general de enfermedades no transmisibles y salud mental, Oleg Chestnov.

Por este motivo, el atlas hace un llamamiento a todos los países para que incluyan los cuidados paliativos como un componente esencial para cualquier sistema de salud moderno en sus avances hacia la cobertura universal de salud. Esto significa abordar los obstáculos tales como la falta de políticas que reconocen los cuidados paliativos y la necesidad de atención, tanto al final de la vida y durante enfermedades progresivas; la falta de recursos para implementar los servicios, incluido el acceso a los medicamentos esenciales, especialmente analgésicos; y falta de conocimiento de los profesionales de la salud, voluntarios de la comunidad y los miembros del público sobre los beneficios de los cuidados paliativos.