HUELVA | CIENCIA
Huelva, pionera en el avance en tecnología contra el cáncer
En qué consiste
Sánchez Segovia explica a Viva Huelva que actualmente los aceleradores que se utilizan a nivel mundial para atacar células tumorales mediante la protonterapia “están generalmente hechos con electro-imanes que están a temperatura ambiental y el que estamos diseñando nosotros iría a temperatura superconductora, seis grados Kelvin”. Y es que, como explica este investigador, “lo que hay en Europa son gantry a temperatura normal, ambiente, lo que supone un tamaño muy grande, 20-25 metros de longitud y un peso de unas 15 toneladas, con lo que la precisión geométrica del sistema es bastante comprometida, y la precisión geométrica de dos milímetros es bastante complicado conseguirla. Los imanes no son superconductores, miden de 4-5 metros y su coste energético es muy elevado”.
Sánchez Segovia explica a Viva Huelva que actualmente los aceleradores que se utilizan a nivel mundial para atacar células tumorales mediante la protonterapia “están generalmente hechos con electro-imanes que están a temperatura ambiental y el que estamos diseñando nosotros iría a temperatura superconductora, seis grados Kelvin”. Y es que, como explica este investigador, “lo que hay en Europa son gantry a temperatura normal, ambiente, lo que supone un tamaño muy grande, 20-25 metros de longitud y un peso de unas 15 toneladas, con lo que la precisión geométrica del sistema es bastante comprometida, y la precisión geométrica de dos milímetros es bastante complicado conseguirla. Los imanes no son superconductores, miden de 4-5 metros y su coste energético es muy elevado”.
Con esta realidad sobre la mesa y basándose en estudios teóricos realizados por el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) sobre imanes superconductores para reducir este tamaño, “nosotros queremos aplicarlo a un diseño concreto”. Así, se inicia la investigación para el diseño de un gantry superconductor que reduzca el peso respecto a los actuales “unas 5 toneladas, logrando una longitud mucho más pequeña por lo que no necesitaría un búnker tan grande y el consumo eléctrico disminuye como diez veces”.
Ventajas
Con estas premisa se pone manos a la obra un equipo multidisciplinar formado por unos 60 investigadores. Dan forma al proyecto cuatro investigadores del citado servicio del Juan Ramón Jiménez; los departamentos de I+D+i de las empresas TTI Norte (socio principal), Alter technology y Arquimea (que a su vez tiene subcontratada a la empresa onubense Tharsis Technology); el departamento de Física Aplicada de la UHU, el departamento de Ingeniería, electricidad y control de la UHU, el departamento de automática y control de la UHU y de la Universidad de Sevilla y el Centro de Microelectrónica de Barcelona.
Con estas premisa se pone manos a la obra un equipo multidisciplinar formado por unos 60 investigadores. Dan forma al proyecto cuatro investigadores del citado servicio del Juan Ramón Jiménez; los departamentos de I+D+i de las empresas TTI Norte (socio principal), Alter technology y Arquimea (que a su vez tiene subcontratada a la empresa onubense Tharsis Technology); el departamento de Física Aplicada de la UHU, el departamento de Ingeniería, electricidad y control de la UHU, el departamento de automática y control de la UHU y de la Universidad de Sevilla y el Centro de Microelectrónica de Barcelona.
Este equipo de profesionales ya completó la primera fase del proyecto, que se presentó en marzo, con resultados “muy buenos”, y siguen avanzando en una aplicación con la que “se logrará una mayor precisión geométrica” lo que traducido resulta que las células dañinas podrán ser atacadas con mucha mayor precisión que hasta ahora al permitir un barrido sobre el tumor.
El proyecto se prevé que estará completo en marzo de 2015 y supondrá, de confirmarse su éxito, un paso de gigante en la tecnología para combatir ciertos tipos de tumores como el de base de cráneo, retina, melanoma ocular o tumores pediátricos. En la actualidad, en España no hay ningún equipo de protonterapia, y los pacientes han de ser derivados a París. Esta investigación dará un salto cualitativo en el tratamiento de los pacientes, y podrá ser exportable a todo el mundo. Ahora toca esperar que España pueda disfrutar de este avance abanderado en Huelva. Como dice el investigador Sánchez Segovia, “nuestro empeño es montarlo en España, si es en Andalucía mejor, y si es en Huelva, mejor que mejor”
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario